El tarot viene del libro de Toth que es el libro de la sabiduría que estaba compuesto por veintidós tablillas que eran los arcanos mayores que interpretando este libro se descubrían todos los misterios habidos y por haber del universo, del planeta y del ser mismo.
La palabra arcano quiere decir secreto o misterio, que a lo largo del tiempo ha tenido muchas aplicaciones en especial adivinatorio/predictivo, es común ir con el tarotista a que interprete el futuro.
El suizo Carl G. Jung uno de los tantos aprendices de Freud y partícipe de los inicios del psicoanálisis comenzó a desarrollar sus propios cuestionamientos y teorías, incursionando en el mundo onírico tratando de explicar el inconsciente personal y colectivo.
Viajó y estudió de muchas culturas para comprobar su teoría, aunque nunca perdió su análisis científico, las prácticas espirituales le abrieron la mente para generar nuevos conceptos y explicarlos.
Comenzó a estudiar el tarot pero con enfoque más terapéutico, es decir encontró relación con las imágenes del tarot y su teoría de arquetipos que son formas primordiales rodeadas de simbolismos de carácter colectivo y al mismo tiempo pasan a ser de carácter individual.
Un ejemplo si yo te hablo de un rey qué elementos tiene:
Tiene un trono, una corona, un cetro, un palacio, un reino, sirvientes, con capa larga. Esos son los símbolos o elementos primordiales de los reyes a nivel colectivo, como te lo imagines a nivel individual delgado, alto, gordo, viejo, eso ya es una visualización personal y autóctona del individuo.
Jung identificaba los símbolos en todo lo que practicaba y poco a poco los que siguieron la corriente jungiana se enfocaron en seguir sus mismos patrones, que generalmente eran de carácter onírico, de hecho llegó a ser tan importante que Carli Jung escribió un libro conocido como Jung y el tarot.
El tarot terapéutico tiene como fundamento indicar y apuntar que somos forjadores de nuestras decisiones y de nuestro destino, vivimos y nos enraizamos a nuestras creencias, y vivimos nuestras vidas a través de creencias, el principal obstáculo para alcanzar o no nuestras metas somos nosotros mismos, en acciones, patrones de pensamiento y conductas que no funcionan, cada uno lleva los potenciales necesarios para poder ser feliz.
El tarot se basa en la comprensión de las situaciones a través de la observación, el tarot predictivo muestra caminos de lo que pudiera pasar si tomas tal o cual decisión, pero el tarot terapéutico se centra en la situación en tiempo presente, se limita a los hechos, ofreciendo una consulta a una persona se puede ir profundamente si se conocen los arquetipos que le rodean o por qué escogió tal o cual carta, qué tiene que ver con la persona en una situación emocional, mental, física, energética y yo incluí lo espiritual. Se basa en los hechos, no en predicciones, tanto que el tarot se presenta abierto, no cerrado.
El tarot terapéutico busca las causas del inconsciente haciendo consciente aquello que nos bloquea, el tarotista que posee este enfoque realiza interpretaciones que lo llevan a desbloquear, descubrir o destapar una situación determinada primero permitiendo que la persona seleccione las cartas e interpretándolas, luego el tarotista realiza su interpretación y busca apoyarse con las otras cartas.
En conclusión, si vemos al tarot terapéutico como una herramienta podremos complementarla con otros métodos de sanación, ya que busca dar conocimiento de lo que bloquea y se puede emplear como método de diagnóstico.
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